La negrita en Tokyo

Pisar tierras nuevas es un acto evolutivo para mi alma, o también lo es visitar un lugar ya conocido con una mente abierta. Me he preguntado por qué me gusta viajar tanto? andar por ahí explorando? Es que se aprende tanto, te ayuda a entender que tu realidad y perspectiva puede ser muy limitada y que por eso es importante las historias que nos vamos contando, lo que vamos leyendo, lo que vamos viendo, cómo invertimos nuestro tiempo.

Ir al baño en el Aeropuerto de Tokyo fue ya la primera aventura. Cabe destacar que para mi los aeropuertos ya me hablan de la realidad del país que visito, por ejemplo mientras estaba en el aeropuerto de Dubai observaba las lujosas tiendas de oro, la importancia del bling bling, marcas y el fashion, mientras que en el aeropuerto de Tokyo observe el valor que tiene para el japonés la higiene,la teconologia, el silencio y el orden.

Anoche Llegué al hostal de Tokyo pasada la media noche. Estaba lloviendo a cántaros, no cargaba sombrilla, sin embargo un chico extranjero que me vio caminando y se iba subiendo a un taxi, me dijo: Quieres mi sombrilla y sin pensarlo le dije que si. Gestos como estos me suceden a diario, por ende sigo creyendo en la humanidad.

Toqué varias veces la campanita para anunciar mi llegada, nadie salía. Mojada de pies a cabeza. Empecé a explorar el Hostel y encontré un baño y una ducha. Decidí bañarme mientras confiaba en que algo iba a suceder o sino el sofá era mi única opción. Recordé que he dormido en el sofá de amigos, entonces por qué no dormir en el sofá del hostal que me costó £14 la noche? También me pregunté ¿qué carajos estoy haciendo aquí?

El baño del hostal estaba impecable y eso me hizo sentir feliz. Me bañe con agua caliente y me relaje en el sofá pero salió la señora de la recepción — OHHHHH y se rió, y me dice: TOO LATE, y se rió, de nuevo. Me puso a secar mi ropa, y me mostró mi cama, en donde dormí super agusto. Confiar en que todo lo mejor me va a suceder forma parte de mis pensamientos diarios, o sino alguna lección habrá que aprender.

Hoy te escribo después de tener un largo y maravilloso día, fui al fish market donde al final no tuve que comprar comida porque iba probando en cada stall donde me daban trocitos de algo o yo misma preguntaba con una sonrisa pícara, ¿puedo probar?. Bueno, si me compre un helado de Matcha, porque me encanta el helado.

La comida aquí es un placer a explorar. Me recuerda a Italia en donde todo sabe bien. Después de almorzar sin pagar ni un medio, me fui a vivir una experiencia en un museo donde tocaba usar mis cinco sentidos a través del arte.

Todo hecho con tecnología, estaba full, y esto me llevó a reflexionar lo mucho que buscamos experiencias que nos conecten con nuestros sentidos, sin embargo estas experiencias las podemos vivir en nuestro dia a dia si nos conectamos con la naturaleza que nos rodea.

Tengo duda si el japonés en Tokyo logra conectar con su alrededor, ha sido un shock ver como no se separan ni un minuto del celular, mi antiguo compañero de casa de Hong Kong tenia razon.

Mientras caminaba al museo se me ocurrió buscar qué experiencias ofrece Airbnb en Tokyo y encontré una clase para aprender a hacer sushi por una japonesa local pues una de las cosas que más disfruto al visitar un lugar es conectar con locales.

Fue increíble, justo quienes reservamos para esta experiencia éramos tres chicas que viajamos solas. Esto sin duda ha sido la experiencia más memorable del día, probamos aproximadamente 5 tipos de pescados, entendí porque el sushi no me queda bien en casa, y me reí mucho. Luego terminé en uno de los bares típicos de Tokyo en Golden Gai, donde me fui a explorar y a salir de mi zona de confort para ver qué tal son las noches en Tokyo. Estos bares son chiquitos, caben aproximadamente 8 personas, terminé tomándome un delicioso saque con un chico de Israel, unos mexicanos, americanos y un koreano descontrolado.

Debo confesar soy un poco aburrida cuando se trata del alcohol, ya un trago para mi es suficiente, me interesa más la vida de día que la nocturna.

He aquí en palabras un poco de lo que he vivido en estas más de 24 horas, espero te lo estés disfrutando tanto como yo, y te invito a no limitarte a a explorar el mundo dentro y fuera de ti.