La confianza en la vida

Recientemente en una conversación con mi mamá, le preguntaba, ¿por qué imaginaba los peores escenarios? Me vi sorprendida por la simplicidad con que su mindset está programado para pensar desde la angustia, estado de sobrevivencia o muchas veces carencia. Esto lo escribo desde un espacio de reconocimiento de su historia y no de juzgarla.

Confiar en la vida, ha sido una de las semillas que decidí sembrar desde hace dos años en una meditación, cuando descubrí lo mucho que la desconfianza me estaba limitando; desconfiar era para mi un mecanismo de protección y cuidado, un lugar muy conocido.

Hoy en día a esta semilla le pongo agua, la riego y en mi jardín, es una de las que más cuido. Ya hasta ha germinado!

Sin duda en mi crecimiento espiritual la confianza es my trigger, en diferentes aspectos de la vida. confiar que encontraré mi lugar, confiar en mí… ¿Qué me limita? El miedo, esta emoción que muchas veces me domina, me paraliza, y me mantiene distante de donde quiero estar.

En mi reciente viaje con mis amigas, este fue uno de los tantos tópicos de conversación que hablamos. Milagros desde su calma, nos contaba que en su proceso de encontrar a qué quería dedicarse, simplemente aceptó su realidad en Estados Unidos, empezó a conectar con su trabajo desde la abundancia y empezó a buscar “expanders”. Hoy Milagros está en Lyon, Francia, estudiando algo que le apasiona y auto descubriéndose todos los días. Para ella fue fundamental dar espacio, rendirse y conectarse con el silencio.

Milagros nos recomendó el libro de Michael. A Singer, llamado: The Surrender experiment. Este libro me ha hecho preguntarme cuales son los espacios en donde más me cuesta rendirme ante la realidad y confiar en el proceso hoy en día?

Abiertamente puedo decir que es encontrar mi lugar. Inglaterra a pesar de que ha sido mi hogar expansivo por 8 años, no es donde me veo a largo plazo, y cada vez es más agudo. Un ejemplo, es el clima, no disfruto el frío ni la falta de luz, y en mi trabajo estoy expuesta diariamente al frío, mis pies no los siento, las manos me duelen, mi cuerpo esta en estrés, me pongo de mal humor. Rendirme ante esta realidad y confiar en el proceso es una práctica diaria.

Mientras practico amar lo que es, y tratar de entender que me está pidiendo esta situación, voy entendiendo que el reconocimiento de mis emociones, la aceptación del presente nos va abriendo portales de co-creación.

Este artículo lo escribo desde mi propia vulnerabilidad y desde la apertura a leer sus comentarios ante el proceso de confiar en la vida.