La presencia plena ante la toma de decisiones
- Amazonia Arroyo
- 22 sept 2024
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 23 sept 2024

Ayer, mientras caminaba a Thomas por un bosquecito cerca de casa, me encontré un pedazo de vidrio roto en el camino, acto seguido lo recojo y lo llevó a la basura.
Minutos más tarde pasa un chico corriendo y descalzo por el mismo lugar. La escena me dejó con la boca abierta y dije: ¡Este hombre tiene muy buen karma!
Todos los días estamos en una constante toma de decisiones, que no solo tienen un impacto inmediato en nosotros, sino en nuestro entorno. No se cuantas personas pasaron por este mismo lugar, vieron el vidrio y siguieron de largo, pero lo que me hizo recogerlo es estar en consciencia plena, el sentido común, el saber que es un espacio de naturaleza que disfruto con mi perro y que amerita cuidado.
Madurar la toma de decisiones
La libertad para poder elegir es una de las cosas que más me gusta de la vida e inclusive eso es una decisión. Anoche mientras pensaba y meditaba acerca de este blog, reflexionaba lo fácil que se me hace tomar decisiones. No estoy esperando que las cosas me pasen sino que soy de las que me encanta hacer que las cosas pasen!
Sin embargo, he aprendido un sin fin de cosas en este camino donde me hago responsable de mi propia vida, donde me he perdido y he parado para preguntar y pedir ayuda.
Debo confesar que han sido fundamentales para salir del piloto automático: la meditación, el yoga y dar espacio.
Con el paso del tiempo y el proceso de maduración, entiendo que las decisiones pueden esperar y a veces me ha tomado, semanas, inclusive meses. Escribió, Thich Nhat Hanh, maestro Zen reconocido a nivel mundial: “El pensamiento correcto requiere plena conciencia y concentración”. Hoy me tardo mucho más porque necesito dar espacio y siempre me hago esta pregunta ¿desde dónde, quieres lo que quieres? ¿Por qué? Inclusive hasta cuando quiero comer algo. Me toca ver cual es la emoción detrás del pensamiento.
Ya es un ejercicio que hago con regularidad.
Una decisión agridulce
En mi vida he tomado decisiones impulsivas que me han hecho estrellarme, donde la emocionalidad ha sido la protagonista. Un ejemplo fue hace 4 años cuando decidí adquirir a Thomas, no hice ningún tipo de investigación previa de significaba tener un perro, y aún más irresponsable no le consulté a mi agencia en Inglaterra si me permitían tener un perro en la casa ya que estaba alquilando. Recuerdo que le comunique a mi pareja de ese momento por una llamada telefónica: sorpresa!!, ahora tenemos un perro, el hombre quedó pálido.
Esa fui yo en un momento donde me sentía emocionalmente sola y mi mayor terapia fue regalarme un perro para navidad, donde aun no entendía que era el concepto de estar presente. Yo la que ama viajar y el movimiento.
Cuatro años más tarde, ha sido una decisión impulsiva que tuvo los siguientes costos:
No me devolvieron el depósito completo de la casa
Entendí lo irresponsable y egoísta que fue adquirir un perro y no preguntar a mi pareja del momento que opinaba.
Asumir la vida canina y todo lo que eso conlleva.
Gracias a esta toma de decisión impulsiva, poco planificada pero que transformó mi vida, Decidí aprender más de mí como persona y la toma de acciones y trabajar en esto con aptitud positiva.
Debo confesar que Thomasito, se ha convertido en una de las cosas más maravillosas que me ha pasado en la vida, es mi maestro elegido y a veces me digo: “si lo hubiese pensado mucho no lo hubiese hecho ”. Eso tal vez me lo digo para justificarme!
Desde muy pequeña estuve en una constante toma decisiones, sin opción de mucha planificación, se tenía que salir adelante. Con el tiempo he masterizado más y más la responsabilidad de vivir y ser responsable de mi vida. Al vivir en Inglaterra me toco entender muy bien la palabra: 'planificación' un contraste tremendo al de Venezuela.
Esto puede ser agotador, pero debo confesar que es alucinante. No le echo la culpa a nadie, y tampoco tengo deudas conmigo, no tengo esas conversaciones, "eso que me hubiera gustado hacer pero nunca hice".
Donde más me cuesta es a nivel del amor, ya que he descubierto que idealizo a la pareja por eso de no haber tenido a una figura paterna.
El balance
La vida está llena de decisiones constantes; El mejor acto de amor propio que puedes hacer para ti y para los que te rodean es tener consciencia plena en cada decisión, trabajar la intución, analizar, ser fiel a ti, y hacerte responsable y luego ten compromiso, alegría y conectate con el triunfo!

Si estás tomando decisiones importantes, siéntate contigo las veces que sea necesario. Descubre tus patrones de pensamiento, capaz no seas impulsivo, pero eres muy controlador y quieres medir absolutamente cada resultado.
Un ejercicio que hice en Japón, fue agarrar mi bolso y no planificar mi viaje sino que iba fluyendo y ha sido de los mejores viajes de mi vida. cabe destacar que tenía un visión clara de que tipo de experiencias queria vivir: Naturaleza, cultura, conectar con personas locales y experiencias culinarias.
Quiero decirte que soltar el control y confiar forma parte de cualquier decisión consciente. En el club de lectura donde estoy, estamos leyendo Silencio de Thich Nhat Hanh y dice algo muy cierto “La parte intelectual y emocional de tu ser debe soltar el volante para que la consciencia depósito se ocupe de resolver esa pregunta, ese reto. Es lo mismo que haces cuando siembras una semilla: se la confias a la tierra y al cielo. Tu mente pensante, tu mente consciente, no es la tierra, sino la mano que siembra la semilla y cultiva la tierra al ser plenamente consciente de todo cuanto haces a lo largo del día. Tu consciencia depósito es la tierra fértil que ayudará a la semilla a germinar”.
Preguntas de reflexión:
¿ Qué decisión tienes que tomar y has estado evadiendo?
¿Cuál es tu relación con la toma de decisiones?
¿Eres consciente del impacto que tienen tus decisiones en tu entorno?
¿Cuán importante es controlar el resultado?
¿Tienes todo tan planificado que no has dejado espacio para la toma de decisiones improvisadas?
PD: Esta semana fue el cumpleaños de Thomas. Mi maestro en forma animal, mientras escribo, esta paciente, esperando, su caminata al Turia. Su paciencia es de las mejores enseñanzas.
Deja tus comentarios
Amazonia Arroyo
Naked Woman
¡¡Amazonia!! ¡Que no ves el güasap 😫! ¡Cómo se nota que vienes de UK!
Por cierto, me encanta tu blog, enhorabuena. Con tantas RRSS se ha perdido la costumbre de lo escrito, pero en ellas no caben las buenas reflexiones.