LAS EMOCIONES

¿Cuántas emociones no resueltas y frustradas en copas de vino o colillas de cigarrillos? Recientemente vi una película llamada Fragmentos de mujer, película que no recomiendo debido a que me recordó lo críticos que debemos ser al consumir información y media.

Esta película narra la vida de una mujer que pierde un bebe, muy interesante la historia con respecto a la herida materna y como la mujer rompe el patrón con su madre, terrible la forma en como muestran al protagonista de Europa del Este: hombre macho, abusador, alcohólico y oportunista, hasta cuando encierran a las culturas en cajas?.

Sin embargo me llamó la atención la invitación que sigue haciendo el cine a cómo sobrellevar situaciones como la perdida de un niño . El cigarro y el alcohol eran las alternativas que ofrecía la película y me pareció bastante desgarrador sin sonar dramático. ¿Será porque mi mejor amiga me dijo que lleva 1 mes sin fumar y se lo que le ha costado dejar este vicio?

Ella no tiene ni la menor idea de lo feliz que me hizo saber la noticia. Cuando amas a alguien todo lo bueno que le pasa a esa persona también te sucede a ti.

¿Será porque un muy buen amigo que tengo, todos los días me cuenta que lleva un día menos sin tomar y conocer su proceso me ha sensibilizado más?

Realmente me vuelvo menos tolerante a seguir aceptando lo que nos venden, para lidiar con nuestras emociones o problemas.

Hoy quiero decirte a ti, quien está leyendo este escrito que hay múltiples maneras de liberar tu mente, de trabajar la ansiedad, de lidiar con el estrés y no es necesariamente a través de un vicio.

Justo me pasó el día de hoy, tenía la agenda full como de costumbre, es mi primer día de vacaciones. Esto me generó ansiedad y lo primero que hizo mi mente fue querer comer algo dulce. Respire, empecé a sentir la emoción en mi cuerpo, ¿me pregunte que realmente estoy queriendo?, ¿por qué quería comer dulce? reconocí mi ansiedad, me vinieron recuerdos de niña y con lo que he asociado el dulce. Traté de meditar y ni en la meditación pude concentrarme.

Acudí a uno de mis rituales nocturnos de amor propio, un té. Sacar mi cajita de herramientas y ver cuál me sirve para lo que estoy viviendo y poner en prácticas todos esos hábitos sanos que has desarrollado para mí y por mi. Me alegra no tener dulces en la casa porque eso me hizo el camino más fácil.

Dice Catalina “hay que darse mecanismos de contención”.

Me tomé un té, me senté con mi emoción atropelladora y allí estábamos tratando de entendernos sin hacernos daño.

Vamos a sentarnos con las emociones en vez de evadirlas, tienen mucho que contarnos.